miércoles, 4 de agosto de 2010

La obsesión es mala...

Empeñado en emular a Paganini, Schumann truncó su carrera como pianista al atar el dedo medio de su mano derecha para asegurar la independencia de los dedos al tocar. Lo único que consiguió fue una parálisis en su mano que cercenó sus sueños para siempre.

[caption id="" align="alignnone" width="250" caption="Schumann"][/caption]

No hay comentarios:

Publicar un comentario